¿Es mejor entrenar más horas o entrenar menos con más intensidad?

Esta es una de esas preguntas que aparecen en cualquier conversación sobre deporte, ya sea hockey patines, fútbol, atletismo o incluso en el gimnasio: ¿vale más entrenar muchas horas o entrenar menos tiempo pero con más intensidad? La realidad es que no existe una respuesta única. Cada jugador, cada entrenador y cada equipo tienen su filosofía.

Hay quienes creen que acumular horas de pista o gimnasio es sinónimo de progreso, y otros defienden que lo importante es la calidad del entrenamiento y la concentración en cada sesión. Lo cierto es que el cuerpo tiene límites. Un exceso de horas sin la recuperación adecuada puede llevar al cansancio, a la falta de motivación e incluso a lesiones deportivas. En cambio, entrenar poco pero con demasiada intensidad también puede ser contraproducente si no se respetan los tiempos de adaptación y el descanso.

La importancia de descansar y recuperarse

Muchos jugadores piensan que entrenar más horas siempre significa mejorar más rápido. Pero la realidad es que el descanso y la recuperación son tan importantes como el propio entrenamiento. Cuando el cuerpo descansa, asimila el trabajo realizado, repara los músculos y prepara la mente para el siguiente reto. Ignorar esta parte puede acabar generando sobrecargas, fatiga e incluso lesiones que te obliguen a parar. Por eso, los entrenadores cada vez dan más valor a la planificación equilibrada, donde el reposo juega un papel clave en el rendimiento deportivo.

Por eso, más que elegir entre “más horas” o “más intensidad”, la clave está en encontrar el equilibrio en el entrenamiento. Ese punto en el que trabajas lo suficiente para mejorar la técnica, el físico y la mentalidad, pero sin sobrecargar ni al cuerpo ni a la mente. Un buen plan de entrenamiento combina ambos factores: sesiones de calidad, enfocadas y con intensidad, complementadas con momentos de volumen o repetición que permiten consolidar lo aprendido. Y, sobre todo, sin olvidar el descanso, que es una parte fundamental del rendimiento deportivo.

Al final, lo importante no es cuántas horas entrenas ni cuán fuerte lo haces, sino si ese trabajo te acerca a tu mejor versión como jugador y como persona.