A veces no es solo cuestión de técnica. Si tus tiros no salen como esperas, antes de frustrarte conviene revisar algunos detalles clave que pueden estar afectando a tu rendimiento. Pequeños ajustes pueden marcar la diferencia entre un chute sin potencia y un auténtico golazo.
1. Postura incorrecta
Uno de los errores más habituales al chutar en hockey es hacerlo con las piernas muy juntas o con el cuerpo rígido. Esto reduce el equilibrio y limita la potencia del tiro. Solución: separa los pies, flexiona las rodillas y apoya el peso en el patín delantero. Una postura estable te permitirá transferir mejor la fuerza y ganar precisión.
2. Stick mal colocado
Otro fallo frecuente es golpear solo con los brazos, sin implicar el resto del cuerpo. Un stick mal colocado o con un ángulo incorrecto provoca tiros imprecisos y con poca fuerza. Solución: acompaña el movimiento con el cuerpo, ajusta el ángulo del stick y asegúrate de que el golpeo sea fluido y controlado.
3. Falta de impulso corporal
Chutar sin rotación corporal ni uso de las piernas reduce notablemente la potencia del disparo. Si solo usas los brazos, el tiro pierde eficacia. Solución: utiliza piernas, cadera y tronco para generar fuerza. La rotación del cuerpo es clave para conseguir un tiro más potente y estable.
Recuerda que un pequeño ajuste puede marcar la diferencia entre un buen chute y un gol decisivo. Además, el stick de hockey adecuado también influye directamente en tu precisión y potencia.
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